Artículo publicado en la revista Comunidad San Pio X
Año 06, Nº 47 Abril 2007. Escribe: P. Nelson Henríquez V.-


Haría falta más espacio para redactar un módulo, dada la amplitud del tema. De manera quizás descriptiva, es conveniente, abordar algúnas reflexiones.
¿Se ingresa a la Universidad, para consagrarse de por vida al estudio y a la búsqueda de la verdad, o por otras rzones que todos conocémos?
¿El límite entre "Universidad" y otras instituciones, es lo suficientemente preciso o estamos en prescencia de un Centro Politécnico y/o un conjunto de Escuelas Profesionales?
Pareciera que el Instituto Smithsoniano de California o la NASA, fuera la "derivación natural" de la Universidad. Al menos, la "misión" de estas instituciones norteamericanas, parece más clara y de hecho, más explicativa.
La Universidad, tampoco puede ni debe ser, un lugar dedicado a la elaboración de pensamientos abstractos, en pro de un humanismo difuso.
Los sistemas de selección, para los alumnos, termi nan disolviéndose en el tiempo, con lo que demuestran su escasa o nula consistencia. (En Francia, no se requiere pueba para ingresar a la U.)
El sentido de lo utilitario y la mercantilización de a vida, no parece ser el mejor estímulo; más bien debilita y desorienta. De clases bien elaboradas, plenas de riqueza conceptual y vibración espiritual, se pasa a "procedimientos" y haceres técnicos, que logren dinero rápido.
nuestra realidad de país pobre, transculturisado y dependiente, sigue casi igual que hace 500 años atrás: meros exportadores de materias primas, de una manera un tanto más elegante, no obstante, el principio es el mismo.
Como realidad transversal, el conocimiento no es fácil de ser compartido. Una población demasiado potenciada culturalmente, con otro nivel de aspiraciones, con deseos de protagnismo
y con mayor personalidad, implica un juego de equilibrios, dificil y no deseado.
¿Porqué no dejar al alumno que haga un cierto uso de apuntes y materiales de apoyo, en consecuencia que hay docentes que dictan sus clases, auxiliados con guías a modo de recordatorios?
Es importante considerar, ¿què es más decisivo, que el alumno entienda los procedimientos de sus materias o arriesgarlo a que, por el olvido en detalles (de cosas que "comprende"), obtenga una mala calificación?. Si el estudiante no sabe procesar sus materias, de poco o nada, le servirá tener cuadernos a la vista.
Hce falta reflexionar sobre el valor de la psicopedagogía. El conocimiento tiene muchas variantes. Se aprende a escribir, pero ese "conocimiento" se distribuye en nuestro organismo. Podémos escribir con los pies o con un lápiz en los dientes, es decir, "queda" el saber en nosotros. Basta una emoción. una idea intrusiva, una interrupción, para un olvido fatal. Al salir de la prueba o ya más tranquilo, el joven recuerda algo que sabía y entendía, aunque ya no le sirve de nada para esa calidicación y sigue arriesgándose a algo parecido, porque las evaluaciones no enseñan a controlar la mente ni consideran estos casos, porque si bien, lo señalado existe
dolorosamente, no es abordado y, hay mucha diferencia entre un "instructor" y un pedagogo, por mal mirada que sea esta especialidad.
En Sudamérica y en muchas partes del mundo, la miseria material y espiritual está adquiriendo niveles riesgosos, que son caldo de de cultivo de violencia, rebelión y degradación. Llega a tanto, que Liborni Siqueira, juez de menores y profesor de sociología, en el Estado de Rio de Janeiro, Brasil, comenta en la revista "Niños", volumen 36 de juli-diciembre de 1991, lo siguiente:"ESTAMOS CONSTRUYENDO UNA LEGION DE MUTILADOS CEREBRALES PARA SER DIRIGIDOS POR UNA MINORIA DE PRIVILEGIADOS MENTALES."
Hace falta elevar el nivel de ecturas, de manejo de vocabulario, recordémos que ya en 1965, Félix Mártinez Bonati, exclamaba:"El bachiller promedio de hoy no sabe leer ni escribir".
Estas son materias profundas y hacen necesaria, toda una actitud de vida y compromiso, de todos los sectores sociales.
De todas maneras, hay cosas hermosas y nobles en nuestras universidades, no todo es oscuro. Quizás por el deseo de ir más lejos, nos haga en momentos, ser un tanto sombrios.