Escribe: P. Nelson Henríquez V.

Artículo publicado en la Revista Plomada
año 1. Mayo de 1984. De los alumnos de la carrera de Construcción Civil.-
Instituto Profesional de Valdivia ( Chile).-

Actual Facultad de Ciencias de La Ingeniería
Universidad Austral.-



La obra de Neruda, por la enorme trascendencia de su belleza y profundidad, sobrepasa los enmarcamientos conocidos, transformándose en un valor universal.Sólo desde la perpectiva de la extraordinaria fecundidad de su pluma, resulta posible intentar un planteamiento, en cuanto a un determinado sentido de su creación poética. Recorrer sus versos significa impregnarse de elementos infinitos, en los cules brota como un poderoso torrente, la prescencia viva de la naturaleza, como personaje y sustrato espiritual, lleno de riqueza, armonía y belleza; todo lo cual, en algún modo se encuentra articulado bajo el sentido de un imperativo conductual superior, que nos lleva necesariamente, a reflexionar en la importancia, de desenvolvernos ,de una manera no destructiva, en nuestra relación vital con el medio ambiente.
La ecología nos advierte ,que la naturaleza está regida por leyes de equilibrio y armonía ,entre los seres que en ésta se encuentran. La grave y criminal intervención del hombre, lleva aceleradamente a la humanidad a un suicidio masivo, cuyos signos son día a día más evidentes. Nuestra "Flamante" civilización de encuentra al borde de un inminente colapso, enceguecida por su orgullo técnico. Hay demasiados egoismos, demasiados intereses comerciales, que transforman a muchos hombres, en lobos o pirañas de este precario mundo...casi en toda la obra de Neruda, está presente la naturaleza. La potencia de sus versos es tal, que bvastaría uno para dictar una conferencia. Demos entonces un breve vistazo al magistral tratramiento estético, que hace en los elementos de su arte, en una cosmo-vcisión tan completa, que sus palabras constituyen una precisa valoración y norma de conducta, de clara orientación en la decisiva temática ecológica de este siglo.
En el poema Barrio sin Luz", el vate dice:"Un río abraza el arrabal como una mano helada
que tienta en las tinieblas;
sobre sus aguas
se averguenzan de verse las estrellas."
Se trata de algo que no podémos desmentir, es un hecho que nos toca muy de cerca.
El sentimniento de plenitud e identificación de Neruda para con la naturaleza, es de tal intensidad, significando una ofrenda de su ser, en aras de la tierra y del cielo:
"Yo quiero estar desnudo en las gavillas
pisado en los cascos enemigos,
yo quiero abrirme y entregar semillas
de pan, yo quiero ser de tierra y trigo."
Desde otra perspectiva, en versos del poema "Amor América", produce un nuevo génesis universal, por cuanto las ideas estructuradas en sus versos refulgentes, tienen la fuerza de la historia y la potencia de lo divino.

"Antes de la peluca y la casaca
fueron los ríos, ríos arteriales."
y como proyectando la clave del rompimiento, entre el hombre y la naturaleza,nos rebela:

"Tierno y sangriento fue,
pero en la empuñadura
de su arma de cristal humedecido
las iniciales de la tierra estaban
escritas.
Nadie pudo
recordar después: el viento las olvidó,
el idioma del agua
fue enterrado,
las claves se perdieron
o se indundaron de silencio o sangre."
En el ámplio paisaje poético nerudiano, no podémos desconocer el elogio y contenido, de sus múltiples odas, cantos generales, poemas de amor y mucho más.
Lo ecológico no tan sólo debe verse en función de preservar las fuentes económicas. La primera ecología debe empezar al interior del hombre, de lo contrario, todo será letra muerta.
Al respecto, debémos tener presente, que el ser humano tiene que llegar a ser capáz de armonizar el conjunto de su ser, para que una conciencia avanzada, le señale móviles superiores de acción y deje, de ser un traficante de su planeta. En la medida que el fenómeno ecológico se viva y se sienta no tan sólo como un dato más, de carácter externo y confuso, será posible implementar, planes concretos de manejo y protección ambiental.
La cooperación debe partir de todas las intituciones, básicamente las educacionales, culturales y de los medios de comunicación, como reflejo de la conciencia colectiva de una sociedad.
En relación a este punto, la obra de Neruda tiene un valor incalculable; recordémos un fragmento de su pluma:
"Ya vendrá un día
en que libertarémos
la luz y el agua,
la tierra y el hombre."
En lo poético y literario, la creación nerudiana es tan inmensa, como el universo y la vida que germinan en los surcos de sus versos.