Articulo publicado en revista Plomada
año 2 Noviembre de 1984 Nº 3
Editada por los alumnos del Dpto.de Construcción Civil
Ex Inst. Profesional. Actual Facultad de ciencias de la Ingeniería.
Valdivia-Chile.-

Escribe: P. Nelson Henríquez V.-




En este trabajo, no se pretende efectuar un estudio en relación a la historia y devenir de las letras nacionales. Se desea de manera general, efectuar consideraciones, entre la literatura actual y las creaciones de autores de generaciones pasadas. A modo de orientación inicial, dirémos que a comienzos de siglo, el cuento giraba en torno al campo y sus gentes. En los años veinte, este esfuerzo se precisa y surge con nitidez la temática del criollismo, cuyos elementos componentes son el paisaje y ambientes rurales; destacan los conocidos autores, Mariano Latroore, Luis Durand, Lautaro Yankas y otros. Surge más tarde, la famosa generación del treinta y ocho, con Manuel Rojas al frente, quienes se ocupan de aspectos del medio urbano, dando gran énfasis a la vida del trabajador y del hombre común. Andando los años cincuenta, los cultores literarios, intentan despejarse las ataduras "tradicionales", e influidos en cierta forma, por las corrientes de pensamiento europeo, abren una línea que se podría calificar de "existencialista"; buscan otros motivos, tales como la angustia, la soledad y los dramas psicológicos de un mundo moderno en desintegración. Entre sus representantes destacados tenemos a Pablo García, José Donoso, Guillermo Blanco y otros.
Si bien, este pequeño cuadro, no representa el proceso de las letras chilenas ; intenta expresar un marco general de orientación mínima, en las pautas básicas de nuestra literatura.
A continuación verémos a escritores, de cuyas obras se puede configurar puntos de referencia útiles, para mostrar las vaciones, en nuestras letras.

-BALDOMERO LILLO:

Trasunta dolor intenso y una airada protesta social, desde la perspectiva del trabajador de principios de siglo, especialmente el minero. "La Compuerta Nº 12"; "El Pago"; "Juan Fariña" y otros, son relatos que le dieron reputación por el magistral y dramático tratamiento que hace de la vida de las gentes anónimas, para las que el mundo ha cerrado todas sus puertas. Si bien cultivó otros aspectos, es considerado uno de los precursores de la "Literatura Proletaria Chilena".

ERNESTO SILVA ROMAN:

Menos conocido, pero bastante interesante, por cuanto centra el esfuerzo de su pluma en un campo diferente. De gran intensidad, excelente manejo de recurso complementarios, en un ambiente de fuerza, suspenso y misterio. Se apoya en elementos naturalistas o se basa directamente en leyendas y elementos de ciencia ficción; insistiendo en los problemas del hombre, antes que en derroches imaginatívos, sobre hipertrofiadas civilizaciones tecnológicas. Eugenio Orrego Vicuña, al prologar "El holandés volador", dice de él:"Puede apuntarse que en el terreno de lo fantástico es único en toda la literatura sudamericana."

MANUEL ROJAS:

Más conocido y más cercano; resalta el escenario humano; tipos populares, ambientes maritimos, con buenas notas de humor y sutil ironía. En "Punta de Rieles", satiriza con punzante claridad, aspectos y costumbres de la sociedad chilena: el orgullo de las familias y apellidos, aspectos sociales generales. En una parte dice:"el curado, es una institución nacional." En sus cuentos, intenta además abrir vías a otras posibilidades: "Es indudable que hay un ancho márgen para los acontecimientos imprevistos, una especie de puerta de escape, a lo que está determinado." (El Trampolín) .
Otras vetas con buenas notas de simpatía, son sus cuentos "el Colo Colo", "Mr. Jaiva"; "Un ladrón y su mujer", etc. Una vertiente interesante, es que sus personajes deben aprender a enfrentar la vida , que si bien es dura, les brinda posibilidades y solidaridad. Destaca además, una búsqueda de sí mísmo, un plantearse frente a la realidad, desde un yo vital inmerso en un mundo lleno de desafios.
Muchos autores podrían citarse, entre ellos, a Eduardo Barrios, Francisco Coloane, Marta Brunet, Gonzalo Vera, por su destacada participación literia.

Veamos ahora algunos criterios en torno a escritores contemporáneos. La temática ya no es coloreada por elementos naturalistas ni por ambientes humanos pintorescos, en la tónica acostumbrada. Los autores, bregan por penetrar y mostrar desde adentro, situaciones como el desamor, la incomunicación, la soledad, la falta de valores que conlleva a vidas vacías, manifestada en personajes opacos, quienes soportan tediosamente la existencia. Hay critica social, pero en un estilo muy diferente a la airada denuncia de un Baldomero Lillo o de un Nicomedes Guzman. Saltan a la vista expresiones como éstas: "Para qué vivir con el temor inutil de verse obligado a aceptar que las calles de una ciudad, puedan tragarse a un ser humano, anularlo, dejarlo sin vida y sin muerte, suspendido en una dimensión más ciertamente peligrosa que cualquier otra dimensión con nombre" (Paseo) de José Donoso.

GUILLERMO BLANCO:

En "La Espera", hace un tremendo juego psicológico, de angustia y terror, fatalismo, venganza y muerte, pero con claras diferencias a los antiguos cuentos, como: "Juan Neira", de Joaquín Díaz Garcés, o bien, "Los Dos", de Rafael Maluenda.

JORGE EDWARDS:

"El Orden de las familias". Despliega un amargo cuadro, en el que se trama un matrimonio de conveniencia, en el cual, el ambiente humano y material, parece sumergido en un mundo fantasma y sufriente. En ese entorno, en que el dinero es una alternativa única, resulta que no compra ni crea la felicidad, ese dinero cobra a su vez, un duro precio a los personajes, pués éste no muy generoso en ofertas de vida y plenitud.

ENRIQUE CAMPOS MENENDEZ:

Merece comentarios apartes; en el cuento: "El Misionero"; con su sarcástico final. Parece un emplazamiento muy práctico a las creencias religiosas. Este misionero que pondera la magnificencia de su Dios y lo maravilloso de la vida celestial: "Su palabras, como pinceles, iban encendiendo ante los asombrados ojos de los Onas, los vergeles luminosos y tibios, los árboles cuajados de deliciosos frutos". hasta que un día, los Onas, deciden morir, para "Llegar más pronto al cielo...junto a tu Dios, nuestro Dios"; y, "como estamos muy agradecidos a tí, te darémos antes la muerte, no sólo para nos lleves y guies, sino para que seas el primero en gozar felicidad eterna"..."Y lo mataron".
En los autores expuestos, encontrámos una perspectiva diferente, en la que se sugiere una visión crítica a los problemas universales del hombre actual, quien a medias consciente, se nota desconcertado, ante una realidad que lo abruma. En todo caso, la opción final pertenece al lector.-