Cuento: Es la etapa pristina e ingenua del periódo virginal, en el cual, aun había esperanzasas.-

CON OLOR A IMPREN TA


Escribe P. Nelson Henríquez V.

....Había llovido fuerte esa mañana, luego, a mediodía, despejó.
Miguel, absorto en sus lecturas, como un maestro en su obra, rodeado de folletos, fotocopias, revistas, páginas diversas, libros, postales y tanto más. ¡Qué deleite, clarificar conceptos, informarse progresivamente de tantos hechos y percibir, con alegría interior, un estado inefable, como un fuego de leña seca, crugiente...
Muchos temas, dejaban de ser murallas infranqueables, las cuales, al abrirse, ofrecen un horizonte esplendoroso, de flores, rumores de fuentes, trinar de pajarillos...
El crecimiento interno, quizás la más pristina felicidad, sin necesidad de recurrir a dudosos medios, como el alcohole, la mariguana, la pandilla, la disco, el carrete...
Miguel,lleno de dicha , tal un cisne en pleno vuelo, en un día de primavera...
Mucho faltaba aún como para sentirse un tanto completo, no obstante, veía gloriosamente, como avanzaba día a día, más y más...
La percepción táctil de cada libro, resulta extasiante. como oler un puñado de tierra generosa; tal la llivia de verano sobre el rostro, tal la suavidad de una amapola, tal el chisperio de un clavel.... el olor a tinta, el aroma a imprenta, como brisa marina, despejando las vías respiratorias, purificando la sangre, electrizando las ansias de vivir; elevándose al cielo, tal un fuego sagrado, extasiado en el olor a imprenta, de sus libros queridos...sentía que todo eso...le lavaba el alma...
Miguel, volvió a leer. A su lado, cuadernos de apuntes, que se llenaban de notas, vocabulario creciente, conceptos buscados en cuanto diccionario era posible encontrar...de filosofía, de sociología, de administración...
Volvía sobre las páginas; de pronto sintió el timbre. Se trataba de Fernándo, compañero de Liceo.
- Hola, ¿vinistes a dar una vuelta?
- Sí. ¿qué tal te pareció el libro que te pasé la semana pasada?
- Bueno, hay que trabajarlo bastante!
- Eso es bueno, se aprende, se despejan dudas...
Comienza un diálogo chispeante, eléctrico, lleno de fuerza, creatividad, esperanzas...
Al regreso, Miguel, encuentra sobre la mesa del living, un sobre lleno de correspondencia, lo cual, le produce mucha alegría.
Despues del almuerzo, Miguel pone al día sus cuadernos, estudia para una prueba y más tarde, se mete nuevamente en sus libros.
A traves de las páginas, ve alzarce, millones de puños indignados, resueltos a abrirse camino, en pos de un mundo mejor.
En la tarde, se reune con un grupo de jovenes, entre ellos, varias alumnas de diferentes centros educacionales. El propósito es establecer un diálogo respecto a una gran variedad de temas. El acto resulta agradable y motivador.
Es una juventud que ansía cuajar, que ansía SER, lograrse, constituirse, más allá de lo cotidiano y acostumbrado.
- ¿En qué estábamos respecto a la Revolución Industrial?
- en qué se buscaban nuevas fuentes de energía, que reemplacen las fuerzas del aire, del agua, de los animales...
- ¡Cómo tu!; dice María; y todos se largan a reir.
- Es que se ponen tan serios, tan doctorales, que asustan, afirma ella.
- Nos metémos en el tema, dice alguien.
- Estámos en un periódo especial de nuestra historia y hay que saber aprovecharlo, acota otra alumna.
-¡Oye chicos!, dice una niña alta, de pelo negro.
- ¿ y cómo va esa campaña del Centro de Alumnos?
-Creo que tenémos bastantes posibilidades de que nuestra lista gane, pero hace falta más organización, más disciplina. Lo dificil es saber cuál es nuestra capacidad, cuánta personalidad, cuánto manejo de temas; el acceso oportuno a la información , es nuestro petróleo. El manejo actualizado de la cosa pública; saber utilizarla, saberse desplegar. Es necesario profesionalizar el accionar social. Así, como espontáneo, no resulta. La competencia es dura y se requieren muchas cualidades, entre éstas, metodologías, técnicas, capacidad de automotivación, cumplir los horarios, hacer las tareas, ser dedicados. D e otra manera, no creo que se logre nada eficiente.
Es muy cierto, responde Patricia; al comienzo, se cree que basta con las ganas y luego, se empieza a decaer.
- Propongo, dice Miguel, ahora como se ha arreglado el tiempo, y viene un fin de semana largo, preparémos un encuentro, en las playas cercanas, y hacémos una jornada de recreación y trabajo.




Bajo la protección de una espaciosa carpa, los jovenes estructuran la jornada. Primero fue una conversación respecto a los tiempos en que se vivía, posteriormente, las actividades a realizar.
- Miguel y Anay, se perdieron a lo largo de una extensa playa. Tras la protección de una roca, inicia una conversación.
- ¿Sabrémos aprovechar esta coyontura histórica o se nos irá de las manos, así como se escurre el agua entre los dedos, dice Miguel?
Tengo mis dudas; la gente es vacilante, hay que andarlos arreándolos para que se incorporen a algo. No les agrada nada que sea regular, sistemático, contesta Anay. Hay diversidad de muchas fuerzas. ¿Cómo es el término?
- "Sinergia", aclara Anay.
-La verdad es que si ocurre todo lo que tuviera que ocurrir, nosotros estámos cumpliendo. Quizás sea un consuelo elemental, simple, hasta fácil. Para mí, hay un plano personal. Uno debe encontrarle un sentiso a la vida y vivir sus convicciones. Ser consecuentes. Sómos jovenes, nos falta mundo, conocer más gente. Es cierto, no podémos esperar que todo nos llegue hecho, dice Miguel.
- De acuerdo, responde Anay, demasiado cierto, demasiado cierto. Aunque estoy clara de algo ¿habrá algúna vez, otra vez, una juventud como la nuestra, que guste tanto de los libros, que haga un ritual de saludar cada página, disfrutar de su textura, sentir el olor de sus páginas, a su papel, a cartón, a tinta fresca?
- No te puedo asegurar nada, comenta Miguel. Cada época tiene sus héroes y sus villanos.

De todas maneras, como dice José Martí; los libros son como un torrente de agua; que por doquier se abren paso. Responde Anay.
-¿No estarémos sublimando? dice Miguel.
Toda la vida es sublime, especialmente para la mujer, responde Anay.
-Y...¿mi mano, podrá abrirse camino a la tuya? pregunta Miguel.
- Si esa agua se atreve y se la juega, contesta la niña...

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El foro está que arde. Los integrantes de la Alianza Ecológica y Democrática, son diestros, muy versados y con buen manejo escénico.
- Ahora se pone al rojo, cuchichea alguien.
Un joven alto, delgado, hace una buena intervención.
Patricia, quien representa la lista de Unidad Multisectorial, plantea que la conducción de una sociedad, pasa por conocer las particularidades que conforman a esta sociedad, e involucrarse actívamente en el terreno, para que, desde adentro de la experiencia, se generen las capacidades de poder, que despierten la creatividad social de todas las personas, en vez de permanecer ocultos, escudados en una compartimentación profesionalisante, como un nuevo ostracismo.
...Porque si recordamos la historia, Galileo, Newton, Einstein, Da Vinci y tantos más; fueron no sólo profesionales...fueron comprometidos con su tiempo y sus cirscunstancias...el que calla otorga y a su vez, es co-autor y cómplice de las cosas malas que ocurren...
Aclamaciones, por un lado, silbidos por otro, van coloreando el debate.
El foro concluye, bajo el grito mayoritario de :¡"Cambios sí, Burocracia No!"
Salen todos a la calle y en ese momento, los jovenes se encuentran con una gran marcha, que les es coincidente y se unen a ésta, en medio de un gran bullicio, consignas, letreros...
Giras, exposiciones, obras de teatro, entrevistas radiales, debates, charlas. Todo parece un carrusel, un remolino multicolor.
- ¡Qué linda tu falda!, dice Miguel a Anay.
- Me alegro de que te guste, respñonde ella.
- Miguel, dice Anay...¿entre los libros y yo...a quién prefieres?
- A los dos y ámbos a la vez y en primer lugar, responde le joven, mientras baila con ella, en una fiesta de estudiantes...


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... Afuera, el día parece mágico, inundando los corazones de valentía, de ánsias, de realización, de saber, de aprender y ser mejores.

Todo luz, con olor a imprenta.-